Poemas de agua es un poemario con sabor a mar.
Escrito en su mayor parte a orillas del mar Mediterráneo, el Mare Nostrum, principalmente nuestro, de los poetas, pretende mojar con su espuma, adormecer con su goteo, aderezar con su sal.
El siguiente es el primero de los poemas, titulado La fuente triste.
LA FUENTE TRISTE
El patio de la fuente
enmudecida por la lluvia
caliente
me decía:
¡Schss! ¡Calla!
No la despiertes,
no resistiría
no ser tan fuerte
como la lluvia de este día.
Y yo callé
y mis pasos a su lado
volé
por no ser malvado
y una vez cruzado
susurré
al patio:
¡Schss! ¡Calla!
Que me hago cargo.
Volveré mañana.
enmudecida por la lluvia
caliente
me decía:
¡Schss! ¡Calla!
No la despiertes,
no resistiría
no ser tan fuerte
como la lluvia de este día.
Y yo callé
y mis pasos a su lado
volé
por no ser malvado
y una vez cruzado
susurré
al patio:
¡Schss! ¡Calla!
Que me hago cargo.
Volveré mañana.
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